lunes, 16 de marzo de 2015

Ideas lingüísticas en Chile, 1875-1927: presentación de una investigación

Hoy empiezo un nuevo proyecto de investigación, así que en adelante estaré posteando seguido sobre ideas y novedades relacionadas con el tema. Este primer posteo será un poco árido, cargado a la teoría, pero en los siguientes ya iré mostrando papitas (algunas, resultados de trabajo ya adelantado).

El proyecto se llama "Ideas lingüísticas en los debates sobre léxico y ortografía en Chile (1875-1927)", durará hasta el 2017 y será financiado por FONDECYT (concurso Regular 2015, proyecto 1150127).

Se enmarca en una subdisciplina relativamente nueva: la historiografía lingüística (también conocida como historiografía de la lingüística o historia de las ciencias del lenguaje), que se encarga de estudiar cómo las ideas especializadas acerca del lenguaje se conforman y transmiten en el tiempo y en distintas tradiciones. Sin embargo, a diferencia de la corriente "mainstream" de estos estudios, mi equipo hará uso amplio y central de una herramienta analítica proveniente de la antropología lingüística: la de ideología lingüística. La razón es que pensamos que conviene relativizar la distinción entre "conocimiento" especializado y "saberes" no especializados, y asumir que están dinámicamente interrelacionados. Y, sobre todo, que están atravesados ambos por la naturaleza política del lenguaje, es decir, fuertemente ligados al contexto histórico en que son producidos.

En historiografía lingüística, habitualmente se entiende por idea algo distinto de creencia, pues con el primer término se hace referencia a las ideas aceptadas como válidas y ciertas acerca del lenguaje en determinado momento: el conocimiento científico y "objetivo" aportado por la hoy denominada lingüística. Creencia, mientras tanto, sería una idea "falsa" y "subjetiva", usualmente sostenida por un no especialista. Para nosotros, tan subjetivas y dependientes de la cultura e intereses políticos (es decir, "ideológicas") son las ideas de los especialistas como las de los no especialistas. Entender los sistemas o conjuntos de ideas lingüísticas como ideologías nos permitirá, precisamente, destacar esta manera de ver el problema.

Por otra parte, nos parece sana la consideración de la influencia de la ideología y las actitudes en los discursos "especializados" acerca del lenguaje, pues conlleva una relativización del valor de verdad o neutral que normalmente se atribuye a las descripciones científicas de los lingüistas, y contribuye a cuestionar la visión de la lingüística como una actividad sociopolíticamente aséptica. Como señala John E. Joseph, tanto las concepciones lingüísticas de los legos como las de los especialistas responden a sistemas de creencias más generales. Aún más, estos tipos de concepciones no se encuentran aisladas entre sí: es sabido que las creencias que los no lingüistas tienen hoy acerca del lenguaje suelen provenir de aquellas que los lingüistas de épocas anteriores sostenían y que han quedado obsoletas desde el punto de vista científico (como muestran Wilton y Wochele), de manera que es necesario, para entender la visión popular actual acerca del lenguaje, conocer la de los especialistas de épocas pasadas.

¿Y qué interés podría tener estudiar la historia de las ideas lingüísticas, más allá del que puedan tener los propios lingüistas por la historia de su especialidad? Resulta que su relevancia sobrepasa por mucho el ámbito de la lingüística, pues la historia de las ideas acerca del lenguaje se entremezcla con la historia cultural e intelectual en sentido amplio, en la medida en que dichas ideas forman parte de y se relacionan con imaginarios más amplios que revelan aspectos epistemológicos, morales, políticos y culturales, en general, de las comunidades en que han surgido. Se trata de una oportunidad, entonces, para conocer aún mejor la historia cultural del país.

Con esto, creo, podrá entenderse el espíritu que anima a este nuevo proyecto de investigación.

2 comentarios:

  1. Quiero partir aclarando que estoy a varios kilómetros de ser un académico en cualquier sentido (lo digo porque suelo tartarearme y meter la pata más allá de lo humano), pero entiendo que, según esto, es muy posible que las ideas que tiene, por ejemplo, mi mamá sobre la lengua sean producto de otro conjunto de ideas más arcaicas y desechadas de un grupo de académicos de hace varios años atrás? ¿Sí, es eso?
    Y luotro ¿por qué no llamar a la disciplina 'historia de la lingüística'? ¿No es lo mismo que los títulos dados más arriba?
    Eso, perdón por lo jodido, pero encontré excelente el tema (si es que lo entendí) y no quiero aprender algo mal.
    Un abrazo!
    S.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Sémola: sí, es muy probable que las ideas que a tu mamá se le vienen primero a la cabeza acerca de su forma de hablar, casi como "sentido común", provengan de lo que los académicos de hace muchas décadas o siglos pensaban, y que, como ostentaban autoridad, poder, etc., pudieron difundir a través de la escuela, la prensa, etc. Ese es un proceso bien conocido de reproducción de ideologías: lo que es opinión de la élite termina siéndonos vendido como "sentido común".
      También hay algunos colegas que hablan de "historia de la lingüística". Pero pienso que la "historia" es el objeto de estudio de la disciplina llamada "historiografía", por eso prefiero este último término.
      Saludos y gracias por comentar.

      Borrar